Y lo que sigue: ¡Los últimos cien km de Santiago!

Marzo de 2012

HOLA A TODOS.

¡Los últimos cien km de Santiago!

La edad me obliga a los recuerdos, estos recuerdos es como hacer historia de no más de diez años, pero al fin y al cabo es historia, historia muy personal pero como quiera que sea la historia es para platicarla, o en mi caso escribirla para buscar la suerte de que alguien la lea y sí tengo suerte que tú seas alguno de esos incognitos lectores que por ahí tengo, me da un gusto enorme aunque no tenga la oportunidad de saberlo.

Quiero platicarles de uno de esos sueños que te llevan a planear un viaje y que se volvió realidad después de casi un año de cocinarlo.

Además tenemos amigos que se contagian fácilmente y le meten entusiasmo al asunto que facilitan hacer la mezcla y ponerla con mucho cariño a fuego lento y a nuestra edad cuidarlo de los cambios de temperatura por que se te puede desinflar el pastel o agriar el guiso. Fácil, a poco no.

Por fin llegó octubre de 2004, iniciamos un viaje maravilloso que nos llevó a Barcelona y de ahí un recorrido sorprendente por el norte de España. Zaragoza, San Sebastián, Bilbao, Santander, La Coruña con todos sus aledaños en cada caso. Y Santiago de Compostela, antepenúltima parada rumbo a Madrid. Todas ellas ciudades con mucha historia y trascendencia en nuestro México. Es un paseo por paisajes diferentes de los que estamos acostumbrados, ciudades con historia fácil de más de mil años y con maravillosos y antiguos edificios, casas, palacios, iglesias y catedrales, calles y callejones con miles de aromas y sabores. La modernidad citadina e industrial se muestra por todos lados demostrando que toda esa historia albergada en sus piedras y costumbres tiene para donde crecer, y que tiene esos que desean que eso se demuestre.

Como les decía arriba la meta principal fue Santiago de Compostela como paso hacia Madrid. Punto final y vámonos para México a buscar días tranquilos y sin ajetreos, ni más ni menos ya se le extraña.

Lo que me llamó para incluirla en el paseo fue su catedral y su fama como centro de reunión de peregrinos. La marejada de peregrinos llenos de entusiasmo que llegaba a la catedral nos contagiaba a todos los que los rodeábamos. Decenas de kilómetros caminados no influían en su ánimo. ¿Por qué? ¿Qué los mueve?

HASTA LA PRÓXIMA

Eduardo

(Eduardo Gama Barletti)