El entremés ¡Medir el Tiempo, fascinación y empeño del Hombre!
Escrito por cavilaciones el 10 enero, 20131 de enero de 2013
¡Medir el Tiempo, fascinación y empeño del Hombre!
¡ZAZ! Ya pasaron 11 días del fin del mundo y no pasó nada, nada de nada. La realidad es que la fecha que encontraron ya hace un chorro de años en la Estela 6 en el sitio arqueológico Tortuguero en Tabasco, en el corazón del sureste mexicano, es 13.0.0.0.0 ó 4 Ajaw 3 Kank’in que los sabihondos arqueólogos y matemáticos lo convierten en 23 de diciembre de 2012. En los setentas un escritor norteamericano, Frank Waters, se entera de esta fecha y mezclándola con el mito del Quinto Sol de los mexicas y algunas leyendas hopis (antiguos habitantes de la meseta central de USA. Actualmente 10mil de ellos viven en Pueblo Navajo, reserva federal en Arizona) y la convierte en la predicción maya del fin del mundo y escribe un libro que de inmediato se convierte en bestseller. (de la revista algarabía {léeme y sabrás} n° 98 de noviembre de 2012)
No sé si él mañosamente convierte el 23 en 21 de diciembre para fines comercializadores de su novela y tener un número mágico, impactante: 21/12/12. De la antigüedad nos llega la magia del número 12. El número 12 en el cielo, los símbolos del zodiaco, es mágico y sagrado para los babilonios. La liga etrusca de doce ciudades lo interpretan los romanos como símbolo de justicia y buen gobierno. Ellos plasman su derecho romano en 12 tablas, y en la era cristiana: los 12 apóstoles, 12 tribus de Israel, ¿12 hijos de Jacob?, etc. Suena como si pudiera ser, ¿a poco no?
Cuando Gregorio XIII se decide modificar el calendario juliano para corregir un error de cálculo que en 12 siglos de transcurrir el tiempo había cambiado la fecha del equinoccio de primavera del 21 de marzo de 325 d.C. (Concilio de Nicea) al 11 de marzo de 1582 d.C. (Concilio de Trento) no sabía nada de los mayas y mucho menos de sus supuestas predicciones. El solo quería corregir ese desfasamiento de once días que tantos problemas le daba al mundo cristiano para fijar sus festividades religiosas y tratándose del Papa, el poder sobre el mundo aun por arriba de reyes y emperadores, no le costó ningún trabajo más que decir: ¡HÁGASE Y PUNTO!
Y aquí estamos después de festejar el fin, no del mundo, del año 2012 y el nacimiento del 2013 del que tantos augurios se han hecho, muchos positivos y otros tantos negativos, al igual que cada fin de año de todos los anteriores que me recuerdo, en el transcurso de los días de este 2013 se irán desvelando. Espero que los remanentes de anoche les sean leves y que su festejo lo hayan disfrutado plenamente en compañía de quien sabe quién pero seguro todos ellos muy queridos por ustedes.
Vaya para Ustedes de parte Mía una felicitación calurosa y el deseo que 2013 sea un año fantástico
En ¡Medir el Tiempo, fascinación y empeño del Hombre! pongo a su disposición datos encontrados por aquí y por allá aderezados con la opinión de este escribidor para hacerles llegar algo digno de ser leído, según yo. Y ya saben: Gracias por su valioso tiempo.
HASTA LA PRÓXIMA
Eduardo
(Eduardo Gama Barletti)

