(43) ¡Los Presidentes y sus tiempos!

Escrito por cavilaciones el 31 enero, 2013

31 de enero de 2013

 ¡Los Presidentes y sus tiempos!

CALENDARIO HELGUERA 2Como verán el tiempo siempre ha sido un factor muy importante en las sucesiones presidenciales. En la época priista el que entraba se pasaba los primeros meses acomodándose y dando tiempo para que su personal tomara las riendas sin despeinarse, ¿para ocultar algo y cubrir a los que se iban?

El tiempo no perdona, corre a toda prisa y nadie se le escapa. Felipe Calderón como presidente así lo entendió y los dos últimos meses de su gobierno también corrió por todo el país inaugurando un buen de obras soltando chistoretes por aquí, por allá y por acullá desentendiéndose del manejo del país “que se preocupe el que viene”. Insisto le faltó una buena oficina de prensa que divulgara oportunamente sus obras y logros en contrapeso de lo siniestro que resultó la persecución de los narcos y todos sus secuaces con todos sus daños colaterales.

A Enrique Peña Nieto se le hizo larguísimo el plazo de cuatro meses para tomar posesión desde que fue legalmente nombrado presidente electo. Él y todo su grupo de colaboradores no se estuvieron quietos, hicieron notar su presencia por todo México. También hizo acto de presencia desde América Central hasta Punta de Fuego; en Europa y Estados Unidos. EPN engrasó y afinó sus motores para arrancar como locomotora de lujo, ¿qué digo? Como tren bala japonés, ojalá no como el chino que recién estrenado falló dos veces. Yo, a la antigüita, solo espero que no sea arranque de caballo inglés para terminar como mula local, dando lastimas por doquier.

AMLO dejó correr los meses prometiendo que no haría nada en contra de las buenas maneras el día de la toma de posesión de EPN. Ese día se plantó con su MORENA en la glorieta de El Ángel rodeado de dos que tres mil seguidores a los que les recetó su repetido y aburrido, lacónico y encendido discurso mientras a lo largo de la avenida Juárez bandas de facinerosos se despachaban con la cuchara grande destruyendo ventanales, pintarrajeando el Hemiciclo al Benemérito, destruyendo la reinaugurada Alameda, todos ellos embozados como viles delincuentes. Marcelo atendiendo a su puesto de regente de esta ciudad mando a sus policías a detener a los que se pudiera y declaró que se trataba de actos de rapiña fuera de cualquiera expresión de desacuerdo con lo que estaba sucediendo en San Lázaro. También así lo expreso Mancera, el entrante pero todavía afuera. Todos los periódicos y noticieros, hasta los más proclives seguidores de AMLO descalificaron las acciones de los vándalos y dejaron entrever y otros dieron por hecho que obedecían sus órdenes. Y que tal, desde ese día no ha dicho esta bocaza es mía. Bien dicen que él que calla otorga. Los de la Asamblea Legislativa del DeFe (mayoría perredista) se movieron y legislaron a su conveniencia para sacar a las blancas e inocentes palomitas de las manos opresoras de la ley.

Con el paso del tiempo estos recuerdos de la vida diaria se relegan perdiendo la importancia que en su momento pudieron tener. Rascando en el arcón de la memoria y de los recuerdos más una visitadita a los archivos adecuados saltan muchos y dan pauta para hablarlos y verlos fríamente o despotricar de ellos hasta desgañitarnos.

Plutarco Elías Calles quería ser presidente por la buenas y se dio a la tarea de fundar en noviembre de 1928 el PNR (Partido Nacional Revolucionario) mismo que lo postuló para presidente. Este partido al cual se sumaron muchos caciques revolucionarios con la esperanza de que la rueda de fortuna política y los manipuleos internos los designara para algún puesto y por qué no para presidente. Usando toda su capacidad de convocatoria, PEC metió al redil a todos los generales revoltosos, y uno que otro generalete, que al mírame y no me toques se levantaban en armas para reclamar sus derechos revolucionarios. Ese PNR (1928-1946) se convierte en 1938 en el PRM (Partido de la Revolución Mexicana) y en 1946 se reconstituye como PRI (Partido Revolucionario Institucional) el mismo hasta la fecha. De hecho es lo mismo.

El general Lázaro Cárdenas, todavía del PNR, arrancando su gobierno tuvo varios encuentros con su designador, Plutarco Elías Calles, al grado que se decía “aquí vive el presidente, ahí enfrente vive el que gobierna”. Ni tardo ni perezoso y volando lo mandó al destierro; Los Ángeles era suficiente distancia. En aquella época de incipientes comunicaciones aéreas LA no estaba nada cerca y de comunicaciones electrónicas ni hablar.

De Lázaro Cárdenas hasta Gustavo Díaz Ordaz los cambios presidenciales fueron tersos, con jaloneos internos entre los grupos y clientes que integraban el PRI. El sucesor y gran encubridor de los entuertos de su designador se llevaba de maravilla con él, cuates de cuartos y coscorrón. Pero de GDO a CSG el cochinero de fin de sexenio fue creciendo en forma desmesurada como lo denotan las sucesivas caídas del peso y por lo tanto quiebra irremediable del país. Ya no se podían tapar tan fácilmente los latrocinios de los salientes, no se podía tolerar ni su cercanía ni su injerencia.

GDO tenía dos opciones, Echeverría y Corona del Rosal (ambos enlodados hasta las chanclas en la charca del 68), para elegir al sucesor que drenara su muladar y maquillara el cochinero. Se decantó por LEA. Este en plena campaña se lanzó por la libre y empezó a decir una serie de barrabasadas que un ex secretario de gobernación debía guardar para sí. Don Gustavo mando a su jefe del Estado Mayor Presidencial, otro con el lodo hasta el cuello, para que lo trajera de Guadalajara a su presencia. Parece ser que se le dijo que ya no era candidato y que la noticia sería que un ataque al corazón lo cambió de residencia. Dicen que se hincó y lloró pidiendo perdón por su burrada y juró que se portaría muy bien (¿a saber si esto fue cierto?). En sus primeros seis meses Echeverría mandó a GDO de embajador a España, al otro lado del Atlántico, y aprovechó para cambiar su imagen de komandante nazi por un risueño y emprendedor mexicano. Como si nos chupáramos el dedo.

López Portillo bien aprendida la lección de LEA, su maestro y amigo, ya presidente, ni tardo ni perezoso lo mandó de embajador al otro lado del mundo, ni más ni menos a Australia, entre más lejos mejor. Y se tomó su tiempo para aplicar el sano nepotismo con el que hundió al país. La otra opción de LEA era Moya Palencia. Puede que él hubiera sido mejor presidente pero cometió la estupidez de decir palabras más palabras menos: “con el presidente saliente ni a la ch…” ó “al saliente hay que mandarlo a la ch…” con lo que se borró del mapa político por muchos años. Pudo haber sido así, no me consta, por ahí lo leí.

Miguel De la Madrid no tenía nada que hacer. Jolopo le entregó un país quebrado lleno de agujeros y de mexicanos anonadados y llenos de rencor. Mejor lo dejó en paz, él solito se arrinconó en la colina del can y su familita se desbandó. De inmediato se reunió con todos sus gobernadores, eran del PRI por lo tanto eran de él, y dicen que les dijo algo más o menos así: “Señores, la hierba está muy seca y cualquier chispa puede iniciar un infierno”. Sus primeros meses no tenía más que seguir las pautas dictadas por los economistas del Banco de México para sacar al país de la barranca donde el perro lo dejó. Todo su sexenio fue a trompicones y gris, no tuvo manera de hacer nada extraordinario.

Carlitos respetó al saliente y se lanzó por la libre desde el principio y como muestra de su dinámica dio el quinazo lo que encantó a los ciudadanos dejando muy buen sabor de boca (mi aclaración: sí hubiera existido Derechos Humanos seguro que Joaquín Hernández Galicia, La Quina, con una lana por delante, hubiera salido de la bronca por aplicación de la ley con abuso de autoridad). Al final se le soltaron las broncas que resolvió con una caja de alfileres.

Zedillo no fue el caso. De candidato improvisado a falta de alguien de más peso político tras el asesinato de Colosio pasó a presidente con una bomba de tiempo en las manos que no le dio tiempo ni de calentar la silla presidencial de Palacio Nacional, los alfileres de Salinas se aflojaron y todo se derrumbó. Los gestos de angustia que se le veían en la cara en sus apariciones públicas después del desastre financiero para explicar los hechos denotaban que él ya sabía de la calidad de bomba que le entregaron. Se ensaño con el hermano incómodo y lo refundió en la cárcel. Al chapatín no hubo necesidad de correrlo, lo llamó a Palacio Nacional y le leyó la cartilla. En marzo de 1995 con los pies en polvorosa puso tierra de por medio y se fue a Irlanda vía Cuba.

Zedillo no batalló, dejó manos libres al PRI para elegir a su candidato y sacó las manos de las elecciones para que México votara libremente. A él no podemos reprocharle nada sobre Vicente Fox Quezada, solo el PAN es el culpable del candidote que postuló. Nomás llegandito el cocacolo se creyó chucha cuerera y sabelotodo. Desde el principio, con las botas puestas, arremetió como chivo en cristalería desperdiciando el respaldo que abiertamente habíamos depositado en él. ¡Qué lástima!

Calderón que tomó la estafeta del PAN a contra marea dejó a FOX tranquilo cuidando la majada de Martita, allá en su rancho sanluisino (RAE: majada,1. f. Lugar donde se recoge de noche el ganado y se albergan los pastores), no sean mal pensados. El PRI y el PRD se encargaron desde el principio, a través del congreso, de bloquear su gobierno impidiendo que muchas de sus iniciativas prosperaran y de refilón que nuestro México cojeara otros seis años. Ya tendrían ellos su momento para demostrar capacidad gobernadora, ya lo saben: primero los intereses de sus partidos y de ellos y después los de sus patrones, nosotros, los mexicanos. Su falta de tacto en el ataque frontal contra el narco-negocio es suficiente para que todos sus logros en infraestructura, económicos y otros más sean ignorados. El tiempo le dará su lugar y se le reconocerá.

Enrique Peña Nieto empezó a gobernar como todos empiezan: con su propio estilo. Llegó como Pedro por su casa con planes bien elaborados; parece que no requiere acomodarse, su bagaje ya está en su lugar solo hay que empezar a usarlo y eso está haciendo. Como sea: EPN se ha rodeado de operadores que conocen su área de trabajo y que están perfectamente instruidos y capacitados en los planes presidenciales con la consigna de tomar decisiones sin consultar. Bastan algunos botones de muestra: el pacto por México que hasta el PRD que quiere ser inteligente signó; otro: las medidas para encauzar la educación sin que la doña esfinge diga este dedo es mío (le saben algo o algo se traen con ella por debajo de la mesa). Otra muestra: Gobernación retoma ese papel que algunos presidentes pensaron que era inútil y distribuyeron sus funciones a su libre albedrío (La Secretaría de Gobernación de México es un ministerio del Interior integrante del Gabinete del Poder Ejecutivo encargado de vigilar el cumplimiento de los preceptos constitucionales, atender los asuntos de política interior, conducir las relaciones del Poder Ejecutivo con los otros poderes de la Unión, los gobiernos estatales y demás autoridades municipales y coordinar las acciones de protección civil y seguridad nacional.).

Solo espero que la olla de Pandora que están destapando donde muchas cosas están podridas y huelen a panteón (entre ellas los sucios y truculentos permisos para el reguero de casinos que sin ton ni son han brotado por todo el país) se quede solo en eso, en haberla abierto. Todos los mexicanos esperamos que apliquen la ley a quien deban aplicársela. Otro punto muy importante es el plan de la lucha contra la pobreza y el hambre extrema que asola al 30% de nuestros conciudadanos. Esto lo veo cojo: ¿se trata de una canasta llena de tacos o de un plan de dotación de fuentes de trabajo que les permita salir adelante por ellos mismos no por las limosnas gubernamentales?, les digo que esto no se redondea.

Haiga sido como haiga sido, él ya es presidente electo y en funciones y como buenos ciudadanos que somos reconocemos y aceptamos la decisión de la mayoría. Otorguémosle el beneficio de la duda y mientras tanto darle tiempo al tiempo, no tenemos de otra, es lo más sensato que podemos hacer, como hace sexenios lo venimos haciendo. Pero mucha atención señores, este México es otro México. Ya no se nos puede dar atole con el dedo. Estamos atentos y listos para reclamar sus desvíos y desatinos. Y como dijo De la Madrid: “Aguas con las chispas Señores, el pasto está muy seco…” aguas.

Mucho se ha dicho, muchos chismes y rumores circulan por todos lados y aquí me atrevo a expresar mi sentir de ciudadano común y corriente de lo que entreveo y seguro Ustedes tienen su propia versión tan válida como está manifestación de su servidor.

Así de simple, ¿o no?

Eduardo

(Eduardo Gama Barletti)

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