(48) ¡La Edad Media y el Camino de Santiago!

Escrito por cavilaciones el 14 abril, 2014

11 de abril de 2014

 ¡La Edad Media y el Camino de Santiago!

La edad y los acontAPOSTOL SANTIAGOecimientos me obligan a los recuerdos, estos recuerdos son historia de no más de diez años, pero al fin y al cabo es historia, historia muy personal pero como quiera que sea la historia es para platicarla, o en este caso escribirla para buscar la suerte de que alguien la lea y sí tengo suerte que tú seas alguno de esos incognitos lectores que por ahí tengo me da un gusto enorme aunque no tenga la oportunidad de saberlo.

Quiero platicarles de uno de esos sueños, hace ya varios años de él, que te llevan a planear un viaje y que se volvió realidad después de casi un año de cocinarlo. Este menú llevó un motón de ingredientes: voluntad en cantidad generosa, una porción de días disponibles y como aderezo principal juntar los recursos necesarios entre muchas otras cosas. Además tenemos amigos que se contagian fácilmente y le meten entusiasmo al asunto lo que facilita hacer la mezcla y ponerla, con mucho cariño, a fuego lento y a nuestra edad cuidarlo de los cambios de temperatura por que se te puede desinflar el pastel o agriar el guiso. Fácil y adelante.

Por fin llegó aquel octubre de 2004, iniciamos un viaje que resulto padrísimo. Nos llevó a Barcelona (el imán: esa ciudad con historia más que centenaria que no se arredra viviendo el presente; y ¡Gaudí!, sus creaciones y la Sagrada Familia, y un etcétera por descubrir) y de ahí un recorrido sorprendente por el norte de España. Zaragoza, San Sebastián, Bilbao, Santander, La Coruña con todos sus aledaños en cada caso. Y Santiago de Compostela, antepenúltima parada rumbo a Madrid. Todas ellas ciudades con mucha historia y trascendencia en nuestro México. Es un paseo por paisajes norteños, húmedos, arbolados, calor, frío, lluvias, naturaleza viva y cambiante, de verano a invierno en cuestión de unos cuantos kilómetros de recorrido. Ciudades con historia fácil de más de mil años, con espectaculares murallas y centenarios castillos y palacios, iglesias y catedrales; calles y callejones con miles de aromas y sabores y llenos de humanidad también aromada por el trajín diario, a lo mejor por el baño sabatino. La modernidad citadina e industrial se muestra por todos lados demostrando que toda esa historia albergada en sus piedras y costumbres tiene para donde crecer, y que tiene quienes desean que eso se demuestre.

Como les decía arriba la meta principal fue Santiago de Compostela como paso hacia Madrid. Punto final y vámonos para México a buscar días tranquilos y sin ajetreos, ni más ni menos ya se le extraña.

Lo que me llamó para incluirla en el paseo fue su Catedral y su fama como centro de reunión de peregrinos, 2004 era su Año Santo Jacobeo. La marejada de peregrinos llenos de entusiasmo que llegaba a la Catedral nos contagiaba a todos los que los rodeábamos. Decenas de kilómetros caminados, días y días de cansancio acumulado, no influían en su ánimo. ¿Por qué? ¿Qué los mueve?

La búsqueda de respuestas para entenderlo me obliga a una travesía por la historia, otra vez, pero en este caso historia hace cientos de años atrás. Me traslado a la Edad Media de un extremo a otro del viejo continente. Recorro España, paso por Francia y Roma y Alemania, (Constantinopla no se libra de mi visita y mucho menos La Meca y Medina de lo cual les platicaré en otra ocasión), todos ellos representan una parte muy importante en el desarrollo del mundo que recibimos de ellos y que actualmente vivimos y al fin de cuentas haciendo historia que heredamos a nuestros hijos y ellos a sus hijos, esos nietos que nos desvelan de pura emoción. Pónganse cómodos, vayamos de tour histórico, viaje virtual dirían los chavos.

Al noroeste de España, en esa esquina de la península que colinda al norte con el mar Cantábrico, al oeste con el Atlántico y al sur con Portugal se encuentra Galicia (se forma con las provincias de La Coruña, Lugo, Orense y Pontevedra). Ese lugar del cual chorreamos tantos chistes en México igual que ellos hacen de nosotros tiene como capital Santiago de Compostela (Santiago y La Coruña se disputan la capitalidad de Galicia, pleitos de familia) ubicada en la provincia de La Coruña. Compostela, Jerusalén y Roma fueron lugares de atracción para los peregrinos cristianos de toda Europa, y siguen siendo.

Gallaecia (nombre con el que los romanos identificaron la actual Galicia) tiene su historia muy atrás. Los romanos llegan en el año 218 a.C. por el Mediterráneo y para 19 a.C. ya eran dueños de Galicia y de toda Hispania como ellos bautizaron la península ibérica. En 409 d.C. llegan los pueblos germánicos: vándalos, asdingos y suevos. Por el año 715 hasta los árabes metieron la mano ahí (la reconquista rescató pronto Gallaecia para el Reino de Asturias). Los suevos eran arrianistas, seguidores de Arrio que afirmaba que Jesús era hijo de Dios pero no era Dios, por lo que lo acusaron de hereje en el concilio de Nicea en 325 d.C. En 585 d.C. llegan los visigodos, arrasan con todos y se instalan como en su casa, al fin germanos. Estos pueblos germánicos para guerrear eran cajeta pura. Julio César desde su cómoda posición de la Galia conquistada decía que no era necesario guerrear con los germanos, ellos solos se matan entre ellos.

Santiago (o Santiago el Mayor) fue uno de los doce apóstoles de Jesús y muy cercano al Maestro. Se tomó la tarea después de la muerte de su mentor de predicar la nueva fe por donde cayera. La tradición española dice que el mismo Jesús le encomienda la tarea de conquistar Hispania para su fe. En Zaragoza se le apareció la Virgen María, la Virgen del Pilar y ahí tiene su Basílica. A pesar de ser de los escogidos los tentáculos del rey de Judea lo alcanzan con la guadaña anticristiana y sin preámbulos lo decapitan seguramente a golpe de hacha, la civilizada guillotina todavía no hacía su estelar aparición. Su cuerpo fue llevado a Gallaecia y sepultado en equis lugar de la diócesis de Iria Flavia. Atrás en la historia Iria fue la capital de los caporos en esa provincia romana (Hispania Citerior Tara conensis). Vespasiano y su Edicto de Latinidad del año 74 d.C. la convierte en municipium y le da el nombre de Iria Flavia. Ya en la Hispania Visigoda se convierte en sede episcopal de la iglesia católica. Dicen las tradiciones que aquí también predicó el Apóstol Santiago. El lugar del entierro fue desconocido hasta que el ermitaño Pelayo (principios del siglo IX), vio luces y escuchó canciones en algún lugar del bosque, a lo mejor deliraba de hambre que es canija.

Los feligreses de la iglesia de San Félix Solobio se suman a los visionarios. El obispo Teodomiro avisado del escándalo iriniense corre al lugar de los hechos y haya un túmulo funerario. Los túmulos, cerritos de piedras y lodo, era una práctica de los romanos para reconocer los méritos de sus legionarios caídos en esas guerras de conquista que los llevó por todo su mundo esparciendo su cultura, su sapiencia y su imperialismo conquistador y cruel. Otros pueblos también tenían esa costumbre para con sus muertitos. ¿De quién será esa lomita? La imaginación cristiana aceitada por las leyendas populares, y de volada le cuelga el milagrito a Santiago el Apóstol. No paran ahí y le construyen su templo que crece hasta lo que es la actual Catedral de Santiago de Compostela, ahora patrimonio de la humanidad. Estudios arqueológicos recientes en el subsuelo de la catedral indican la existencia de un cementerio romano germánico datado entre los siglos I y VII d.C.

Como reguero de pólvora corre la noticia por todo el mundo cristiano-europeo. Se entera Gotescalco (súbdito franco, cura y obispo de Puy de Velay, pueblo occitano en el sureste de Francia) y organiza la primera peregrinación a Santiago de Compostela en 950 o 951 inaugurando así una ruta de inapreciable y trascendental comunicación en la Edad Media. De su pueblo Puy de Velay a Sant Jean Pie de Port en los montes Pirineos cerca de la frontera con España solo hay 730km, de aquí a Santiago de Compostela otros 791km, más de 1500km que peregrinos ilustres recorrerían para santiguarse con Apóstol Santiago regando por toda Europa su fiebre religiosa y su afán de conocer. Todo esto desemboca en el fortalecimiento cristiano católico de Galicia y de los reinos ibéricos en pleno Medievo. Se hermanan culturalmente entre ellos y con todos los países al norte de los Pirineos incluyendo la difusión de la cultura árabe que como quiera que sea fue muy influyente en España del siglo VI al XV y de aquí para Europa. Llega hasta estos terruños nuestros conquistados por ellos, los españoles.

Todos estos acontecimientos suceden en plena Edad Media (Medievo o Medioevo, lo mismo da) cuando el expansionismo islámico estaba en su mayor efervescencia. En esa época toda Europa es también el escenario de muchos hechos trascendentales en la sobrevivencia de la fe católica y de la cultura occidental. La Edad Media, esos diez siglos tan mentados, históricamente empieza con la caída del Imperio Romano de Occidente en 476 y se fecha su terminación con la caída del otro Imperio Romano, el oriental, el bizantino, en manos de los musulmanes en 1453, otros lo miden hasta el descubrimiento de América en 1492.

Vean hasta donde llegué tratando de encontrar las motivaciones de los peregrinos en recorrer las rutas de Santiago de Compostela, la Ruta Francesa de 800km de recorrido y la de los Últimos cien kilómetros de Santiago, hay muchas más. Las motivaciones pueden ser muchas pero el solo hecho de pensar en estar ahí con una mochila al hombro, caminar una ruta que tiene poco más de mil años de historia, llegar allá donde un sinnúmero de peregrinos de múltiples creencias lo hicieron y lo siguen haciendo es más que suficiente motivación, es adrenalina pura.

Encontrar las respuestas motivaron otro sueño: regresar a Santiago de Compostela como peregrinos de una ruta caminada: “Los últimos cien kilómetros de Santiago”. Otro sueño que en octubre de 2014 lo volveremos realidad, 10 años después no es nada. ¿A poco no?

Con esta meta de por medio, mi pata de perro me hace fijar metas que a veces me parecen sueños de marihuano y con el afán de estar en forma para una aventura como recorrer 100km en cinco días hemos cambiado nuestra rutina diaria de ejercicio y espero nos dé resultados para octubre de este año. Actualmente me despacho de lunes a viernes, desde hace muchos años, más o menos una hora de caminata que representa entre cinco y siete kilómetros, depende del ritmo que se le ponga y del ánimo del día. La caminadora es un extraordinario auxiliar para este entrenamiento entre semana; los fines de semana la calle es muy atractiva. Les cuento. Planear y llevar a cabo un paseo desde mi casa hasta Los Dínamos en la delegación Magdalena Contreras, acá en el sureste del Defiéndete Fuereño, se torna en un reto que de momento asusta. Salir a las 8 de mañana debidamente avituallados (uniformados como el deporte manda: ropa cómoda y zapatos tenis ya hormados por la rutina) para la aventura y regresar cuatro horas después con la lengua de fuera y con el orgullo rebosante por haberlo conseguido, es de ovación. Midiendo en la Guía Roji el recorrido fue de 15km; el punto de regreso es la hora del refrigerio, un refresco o un café con unas galletas caen de lujo, no falta donde. Sobra decirles que mi otra mitad apoya mis locuras, es entusiasta, aguantadora y no se raja.

El domingo pasado el plan con otro par de cuates de toda la vida partió de Liverpool Polanco hasta el Zócalo de la Ciudad de México. Teníamos que estar ahí para la misa de doce, hora en la que se escucha el sonoro órgano de Catedral recién reinaugurado después de varios años de reconstrucción. El 16 de enero 1967 un incendio de procedencia nunca identificada (en este país donde hay calores hay investigaciones hasta sus últimas consecuencias sin resultados concretos y que pocas veces se nos informa) consumió importantes partes del coro de la Catedral y daño los dos órganos ya lastimados por la edad. Con criterio campirano y sin conciencia histórica de lo que había sucedido el daño se valoró mundanamente en medio millón de pesos; para los que les gustan las finanzas y quieran valorar el costo al día de hoy en aquel tiempo el tipo de cambio era de $12.50 y súmenle la inflación que por entonces ni se mencionaba. El fuego se llevó en horas más de doscientos años de historia.

La sillería de El Coro es donde los prelados de la iglesia y sus secuaces junto con los músicos cantan sus alabanzas al señor de los cielos. En nuestra Catedral El Coro y todos sus adminículos e implementos se sitúan en la nave mayor entre el altar y la puerta de acceso siguiendo la tradición española con lejano parentesco con el Templo de Salomón y las Catacumbas. La que se quemó ya era la tercera sillería ahí instalada. Esta se colocó entre 1695 y 1697 así que cuando se hizo ceniza cumplía 270 años. Los ancianos órganos fueron estrenados el 23 de octubre de 1736, un poco más de 230 años de edad. La restauración de la sillería, comparando con las fotos de antes de la quemazón, es extraordinaria, les quedo igualita; el Órgano del Evangelio necesitó de tres años para finalmente revivir en 2009; su gemelo, El Órgano de la Epístola, el de 1697, le empezaron a meter mano en 2011 y renació en 2013.

El Alma de los órganos se apareció otra vez en Catedral. Dos organistas de fama mundial, Jürgen Essl (alemán) y Andrés Cea Galán (español), en concierto solemne nos demostraron que el tratamiento rejuvenecedor dio resultado. Todo por la altruista intervención de la Fundación Alfredo Harp Helú.

Todo este rollo vaya como intermedio del recorrido que terminó en Liverpool de Polanco después de hora y cuarenta minutos de planchar el pavimento a todo tren en medio de una tarde lluviosa. Sumamos en total 18km para relleno de nuestro orgullo y gusto. ¡Ah! Y les digo que en el intermedio comimos sabrosamente en El Cardenal de la calle de Palma.

Ni duda cabe que las ganas de hacerlo es lo más importante, por gusto o por salud o la combinación de ambos.

Buscar los trastes adecuados y las recetas apropiadas, encontrar los ingredientes indispensables para con todo esto cocinar algo que guste, aunque no sea a todos, es toda una tarea que trae muchas satisfacciones que te llena de hormigas. De cualquier manera todo lo que aquí expreso es por mí cuenta y responsabilidad y lo pongo a su disposición para que lo hagan trizas. También saben que sus comentarios siempre serán bienvenidos.

Así de simple, ¿o no?

Eduardo

Eduardo Gama Barletti

 

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