28 ¡Agua y Lodo en México y en Egipto!
Escrito por cavilaciones el 24 julio, 2011¡Agua y Lodo en México y en Egipto!
Ya empezó a llover, los problemas de inundaciones se dan por todos lados, ríos que se desbordan, canales de desagüe que mandan su contenido de aguas negras a visitar dos que tres colonias con tal entusiasmo que en algunos lugares los niveles llegan hasta un metro o más marcando en las paredes, como cualquier presidiario, el nivel de su arrebato en proporción directa a la angustia y pesar de sus hospederos. Los encargados en planear o evitar estos apestosos acontecimientos sin pena ni gloria, dos que tres con el lodazal hasta el cuello, aprietan la boca para no tener que tragarse las peroratas que se aventaban presumiendo que en cuanto llegaran las lluvias no habría problemas, que su intensa y eficiente labor así lo indicaba. O simplemente no se aparecen. ¡Bárbaro! Y cierran la bocaza para evitar tragarse sus palabras, no vaya a ser que se les pasen con dos que tres mojones con sabor ajeno.
Me pregunto cómo es que esos vecinos que sufren periódicamente estas desagradables visitas siguen esperándolas, hasta parece que con ansiedad. Por qué no hacen algo para mudarse. Esa capacidad de convocatoria para cerrar con una mínima participación, sin que las autoridades les paren los tacos, cualquier flujo vehicular desde calles, avenidas hasta carreteras de primera importancia con pretextos nimios y latosos úsenla para presionar a quien corresponda (autoridades: esos expertos olímpicos en hacerle al muerto, partidos: esos que los usan como carne de cañón, sindicatos: esos que los tratan como sus gatos; a cual más de inútiles pero existen y ahí están) para que les den lotes en colonias bien trazadas con todos los servicios y urbanización planeada a futuro, con proyectos de casas tipo con posibilidades de crecimiento en forma congruente y no de gratis. Todos estos pobladores invierten mucho dinero construyendo verdaderos mamotretos sin funcionalidad y con estética aberrante en fraccionamientos caóticos, con deficiencias constructivas-en carencia o en exceso- que si les brindan la oportunidad para irse a vivir a esos predios y casas en obra básica además de pagarlas puntualmente pagarán por los servicios que ahora decimos que se cuelgan por no decir que se los roban, porque acusar de robo a gente que lo hace por necesidad o conveniencia en este país no se le denuncia aunque no sea legal, a la vuelta de algunos años nos van a sorprender con colonias armoniosas donde cada quien y cada cual ha expresado su muy personal sentido de hacer por su casa, por su vida y por su dignidad.
Pero esos niveles de desplazamiento de aguas negras, fétidas, apestosas, repugnantes también se están dando entre la gente que presume de bien ubicada, pero ellos no han visto sus propiedades afectadas, ellos lo están padeciendo a niveles profesionales y están demostrando que saben nadar en lodos y excrementos con la habilidad obtenida en años de práctica, claro, podemos decir: no se esperaba otra cosa de los políticos, desde los iniciados hasta los que ya llegaron o esos pocos que están buscando llegar (dicen que para ser buen político hay que saber comer caca sin hacer gestos), de los sindicatos y de toda esa ralea que runda a sus alrededores, no me atrevo a excluir a la IP y cabe hasta el santoral; vamos, hasta don Felipe tiene su lugar numerado en ese teatro pringoso y lleno de ratas y caca. Con todas las acusaciones de malos manejos de la lana, hasta en el IFE se está dando este fenómeno de descomposición bacteriana que empezó, tómenlo en cuenta, desde que está en manos de los partidos. Todo está dado para que se inicien investigaciones para saber que es qué, cual es el lugar de cada quien, pero aquí para nuestras autoridades judiciales no pasa nada, es un simple pleito de lavanderas y en cuanto pongan la ropa a secar las cosas se arreglan.
Pero cambiando de aguas negras a algo más saludable. Mucho se dice con aprobación y beneplácito “esto o aquello es Patrimonio de la Humanidad” y damos por hecho que debe protegerse, respetarse, cuidarse, etc. ¿Y esto con qué diablos se come? ¿Por qué alguien se toma la libertad de calificarlo así? Esto ya tiene historia, no muy larga pero ya es historia y de la buena. La primera Presa Baja que se levantó en el Nilo se estrenó en 1902 pero las primeras avenidas la pusieron en evidencia, no servía. En 1912 y 1933 los remedios dándole más altura valieron un cacahuate y siguió siendo insuficiente. En 1946 definitivamente se desechó aumentarle la altura y se optó por la segunda Presa Alta ocho kilómetros río arriba. Los güeros de acá del norte se hicieron del proyecto en 1952 y olímpicamente en 1956 aventaron la toalla seguramente por no estar de acuerdo con las ideas socialistas del presidente Nasser. Y a quien le dan pan que llore, los rusos se lanzaron el clavado en las aguas del Nilo y para 1958 ya eran los dueños por una bicoca de las obras de la Gran Presa de Asuán. Abu Simbel y Filae, dos creaciones de los egipcios allá en la historia admiradas por todo el mundo se convirtieron en un estorbo para el progreso de Egipto y para la construcción de la presa ya que quedarían ahogadas en medio del futuro lago Nasser. La UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, fundada en 1945) con ese nombre tan largo para algo tenía que servir y en 1959 se puso el overol y demostró su verdadera valía convocando al mundo para salvarlas.
Allá por 1280 AC Ramsés II construyó ese Abu Simbel, monumento y templo a su persona como dios viviente; su nada pequeño trofeo, 33 metros de alto por 38 de largo, fue cincelado, esculpido en la piedra de una ladera. En 1964 se dispusieron a cortar toda una montaña en trozos manejables y subirlos 65 metros ahí cerquita para que quedaran fuera del alcance del agua y a orillas del ahora Lago Nasser, nombrado así en honor del presidente-faraón egipcio autor de la Gran Presa de Asuán. La UNESCO puso la voluntad, pasó el sombrero y 22 o 50 países (no se ponen de acuerdo cuantos) aportaron los millones de dólares y la tecnología que se necesitaban para la maniobra: cortar, trasladar y armar más de 1000 cubos de 15 toneladas cada uno sin usar explosivos, todo con sierras y martillos neumáticos.
En la isla de Filae (Philae) el faraón Najtnebef (Nectanebo en griego) de la Dinastía Ptolemaica (periodo helenístico, más o menos 350 AC) construyó un complejo dedicado al culto de la diosa Isis con templos, altares y palacios ligados con majestuosos patios, hasta un colado templo romano. Sus problemas empezaron cuando los niveles de agua subieron con la primera presa pero con la Gran Presa de Asuán todo se complicó; estando a solo once kilómetros de la enorme cortina de concreto que se estaba construyendo las aguas la cubrirían totalmente.
Dentro de los planes de la UNESCO y el gobierno egipcio, por ahí de 1962, estaban ya incluidos los trabajos para salvarla. Los italianos con su experiencia veneciana construyeron dos anillos de acero rodeando la isla bombeando permanentemente el agua y un ejército de obreros sacando el lodo, allá también sobra la mano de obra barata. Desmontaron todos los edificios piedra por piedra, llevaron el enorme rompecabezas a otra isla a medio kilometro, a la isla Agilikia; rearmaron todas las partes cual enorme Lego, sin perder un ápice de su originalidad. Las inundaciones habían decolorado las partes bajas de los templos, única huella de su sitio original y del paso del tiempo que se puede apreciar. Los trabajos llevaron 5 años, de 1972 a 1977. Ese exitoso movimiento inicio sobre ruedas; pusieron en la mira a Venecia y su laguna, también a Pakistán (las ruinas de Mohenjo-Daro) e Indonesia (las ruinas de Borobudur) brindándoles todo su apoyo.
Todo este rollo de la conservación de los monumentos arquitectónicos locales de las naciones alrededor del mundo y protegerlos como nuestra común herencia patrimonial para beneficio de toda la humanidad empezó con la Carta de Atenas. Este documento resultado del IV Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM) se redactó en 1933 y hasta 1942 los arquitectos Josep Sert (catalán) y Le Corbusier (suizo-francés- ¿norteamericano?) la publicaron como un breviario con el nombre de Carta Constitucional de Atenas. El mentado congreso se celebró en un crucero Atenas-Marsella-Atenas. El barco Patris II operó como la sede alterna de Moscú que falló como tal por algunos problemillas stalinescos con los organizadores venidos del resto del mundo. Este documento dio inicio a un movimiento internacional que se reflejo en el II Congreso Internacional de Arquitectos y de Técnicos de Monumentos Históricos, reunido en Venecia del 25 al 31 de mayo de 1964 y en la actividad del ICOM (International Council of Museums). En 1965 en una conferencia internacional en Washington el gobierno norteamericano propuso combinar los esfuerzos de la conservación de los sitios naturales con los culturales con la Fundación del Patrimonio Mundial a fin de proteger: “las zonas naturales paisajísticas maravillosas del mundo y los sitios históricos para el presente y el futuro de toda la humanidad”. La UNESCO que aglutinó y estimuló la cooperación mundial enfocando todas las fuerzas en la creación del Centro Internacional de Estudios para la Conservación de los Bienes Culturales con sede en todas las Naciones y el 16 de noviembre de 1972 la UNESCO aprobó la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural. El ICOMOS (International Council on Monuments and Sites) reúne actualmente Comités nacionales de más de 200 países y nuestro país participa con el Comité Nacional Mexicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, organismo “A” de la UNESCO. Estas organizaciones de carácter no gubernamental y fines no lucrativos trabajan agrupando personas e instituciones, privadas y gubernamentales, preocupadas en la conservación de monumentos, conjuntos y sitios, de interés arqueológico, histórico o artístico.
México es miembro activo del mismo desde su inicio en 1965 y fue uno de los países que firmaron la “CARTA DE VENECIA”, documento elaborado para la Protección del Patrimonio Mundial: Cultural y Natural y Patrimonio Inmaterial. México participa enérgicamente y como tenemos mucho que aportar y como para entrarle al detalle se requiere mucho espacio, trataré de ser sesudo para fusilarme lo indispensable (México en la lista del patrimonio mundial de la UNESCO, arqueología mexicana. Edición Especial 39, junio 2011) y darles un panorama corto de ese enorme trompo que la UNESCO e ICOMOS se han echado a la uña. A estas alturas hay muchos ICOMOS, uno en cada país interesado en sumarse al catálogo de Patrimonio Mundial.
El Patrimonio Mundial: Cultural y Natural
“El patrimonio cultural está constituido por aquellos monumentos, conjuntos o lugares con valor universal desde el punto de vista de la historia, el arte o la ciencia. Los monumentos son obras arquitectónicas, de escultura o de pintura, monumentales, elementos o estructuras de carácter arqueológico e inscripciones, cavernas y grupos de elementos de valor excepcional…
El patrimonio natural está representado por los monumentos naturales constituidos por formaciones físicas y biológicas o por grupos de estas formaciones, que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista estético o científico…”
Patrimonio inmaterial
“El concepto de “patrimonio cultural” ha cambiado bastante en las últimas décadas; no se limita a monumentos y colecciones de objetos, sino que comprende también tradiciones o expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes…”
“El patrimonio cultural inmaterial es tradicional, contemporáneo y vivo a un mismo tiempo; no sólo incluye tradiciones heredadas del pasado, sino también usos rurales y urbanos contemporáneos característicos de diversos grupos culturales…”
Pues déjenme decirles que México está en la “Lista del patrimonio mundial” de la UNESCO pero el mentado patrimonio mexicano es tan extenso que su registro y catalogación es un proceso permanente. “…a estas tareas, de suyo titánicas, hay que sumar la enorme labor que implica estudiarlo, protegerlo y difundirlo. Esta última, la difusión, es un asunto de capital importancia pues, a la vez que es parte esencial del proceso de preservación, es en buena medida su fin último; la intención subyacente tras cualquier esfuerzo de protección de un bien cultural o natural es la de asegurar su disfrute por todos, y para que esto sea realmente posible, la difusión es un requisito indispensable. En este contexto, en este número especial de Arqueología Mexicana ponemos a disposición de nuestros lectores los sitios mexicanos que han sido incluidos en la “Lista de patrimonio mundial” de la UNESCO, así como aquellas expresiones consideradas en la “Lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad”. En la primera de estas listas, México cuenta con 31 sitios inscritos…
“En la “Lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad” México cuenta con seis expresiones que, como los sitios de la “Lista de patrimonio mundial”, dan cuenta fiel de nuestra riqueza cultural y de su importancia no sólo para los mexicanos sino para la humanidad. La inclusión en la lista no sólo implica un honor y un orgullo, pues conlleva además responsabilidades respecto a su estudio y protección; los sitios incluidos en la lista son con regularidad evaluados en esos términos. Es de esperarse que en los años por venir el número de sitios y expresiones culturales de México en esas listas se incremente, pues cada año los comités respectivos seleccionan nuevos sitios para esas listas…”
Nosotros los comunes y corrientes hagamos alarde de todo esto, hará que nos sintamos bien y orgullosos.
Así de simple, ¿o no?
Eduardo
(Eduardo Gama Barletti)


