Cavilaciones y Desvarios

20 de junio de 2012

Las encuestas de casas profesionales en la materia, no de esas encuestas partidistas o de algunos periódicos que a través de sus páginas no niegan su inclinación, o de esas particularísimas de AMLO que por más que se le pregunta de dónde salen él como siempre se sale por la tangente, indican que las preferencias de los votantes encuestados ya decididos, según he leído por ahí, están entre 38 y 40% por EPN, por AMLO 28 a 30% y JVM entre 23 y 25%. Parece ser que estos encuestadores basándose en su experiencia consideran que la tendencia de EPN y de JVM a la baja y a la alta la de AMLO no variarán los porcentajes significativamente una vez que se cuenten los votos. Y suena lógico: EPN tendría que perder un 5% y AMLO ganar ese 5% para quedar en empate técnico en tan solo diez días que faltan para promocionarse. De suceder esto nos llevaría a un escenario similar al de 2006. Josefina está perdida con camino por recorrer de 14% de ganancia, de darse sería un milagro, y Quadri ni contarlo con su 2.5%.

En menos de diez días terminan las campañas estruendosas, y valga decirlo: huecas, que nos han aturdido durante tres meses. Mal que bien nos han dejado a muchos, o cuando menos a mí, a medias luces, con una serie de sentimientos encontrados y llenos de desilusión. No hay por ahí nadie que pudiera ser el salvador, el que corrija el rumbo del país hacia donde consideramos que sería nuestro sueño. Lo de el salvador y lo de cumplir un sueño de país es todo un sueño que parece convertirse en verdadera pesadilla. Ninguno muestra ser un poquitito mejor que el otro aunque Josefina presuma de ser diferente. El que más o menos se salvaría en una quema de judas de Semana Santa sería Quadri ya que todo lo que diga se quedará en ni fu ni fa, a nadie tendrá que entregar cuentas.

Somos ilusos si creemos que al día siguiente del 1 de diciembre que el nuev@ tome posesión de su puesto de presidente las cosas cambiarían, que girarían 180 grados, o como dicen los políticos: dar un golpe de timón que nos llevaría por otros rumbos. En mi humilde opinión eso desembocaría en un caos, nos pondría en un tobogán interminable, y me cae que es lo que menos deseamos todos. De por sí en algunos aspectos ya estamos en la resbaladilla.

Cualquiera de ellos primero tendrá que enterarse de los tejes y manejes del que sale, tomar los hilos y empezar a manejar, como buen titerero que debe ser, todo el monerío que le dejaron; nombrar un gabinete de lujo y sapiencia, categoría y empuje y sobre todo casado con los intereses de México y con el compromiso de entregar resultados a todos los mexicanos no nada más a sus gentes y cuentas bancarias en las Islas Caimán. No sé de dónde lo sacaría ninguno de los tres candidatos. Y les juro que de refilón pedirá un plazo de cien días para que vayamos viendo algunos ajustes, conste que no cambios ni resultados-estos se llevarán más tiempo-.

El más congruente a resultado ser EPN que se dedicó a recorrer el país haciendo sus propuestas de campaña comprometiéndose a suscribirlas ante notario público, esto a mí me lleva a pensar de antemano que no confía mucho en lo que anda diciendo. En sus recorridos han evitado los lugares donde los 131+PRD se prepararon para recibirlo con mentadas de madre como mínimo. Lo notable es que en ningún momento les ha respondido a sus contrincantes, ni echándoles lodo ni reclamando sus acusaciones. También me llamó la atención su deslinde de todos los pri-jerarcas y pri-nosaurios. Pero en ningún momento hemos dejado de verlo rodeado de esas ratas que merodean por su territorio a punto de brincar sobre los desperdicios y sobras de ese banquete que seguramente se darán el mero mero y sus colaboradores más cercanos si ganan las elecciones.

AMLO con su insaciable ansia de poder la que ha perfeccionado en seis años de recorrer el país como “presidente legitimo”, se hace presente con un discurso lleno de amor donde no deja de mostrar su terrorífica personalidad agazapada y depredadora y con un discurso amañado lleno de futuras sorpresas. Ni por asomo dice cómo ha de realizar sus fantasías ¿será por esto, porque son fantasías, que no responde los cuestionamientos? El también está rodeado de ratas, muchas de ellas salidas del PRI y otras de ese sin número de tribus que le rodean donde campean el gus el beja y la lola y nore y… que ya han demostrado su capacidad carroñera. Estas ratas tienen un enorme pero: nunca han estado en el poder a nivel de gobierno nacional y solo esperan tener en sus manos los enormes presupuestos federales, el rey Midas los va a envidiar. El peje es veleidoso, egocéntrico hasta la pared de enfrente, tiene innata capacidad de decir mentiras hasta que se convierten en verdades, voltea los argumentos para siempre ser él el que tiene la razón y si no estás con él estas contra él. Lo peor de este asunto que todo su grupo y demás creyentes que le rodean, incluyendo ahora los derivados del 131+PRD, están cortados con la misma tijera: si no ganan arrebatan, la intolerancia es el dios al que hacen honores.

Josefina cayó tan bajo que las esperanzas de muchos, yo entre ellos, cayeron igual de bajo. Aventando boñigas a diestra y siniestra, como tiro al blanco de feria: si no le da al prd-peje le atina al pri-gelboy. Dejó a un lado su personalidad, esa personalidad convencedora que la proyectó como la candidata ideal del PAN. Como están las cosas sus detractores podrán decir “se los dije”. Ella ha planteado ideas muy congruentes y realistas de que hará si llega a la silla, pero ahí se han quedado sin integrarlas a un plan de gobierno que marcara la diferencia, esa diferencia que es parte fundamental de su campaña, con el gobierno de Calderón. En algunos discursos parecía un ama de casa (con todo respeto para esas promotoras) promoviendo su cadena de vendedoras de AVON. Y esa onda del “cuchi cuchi”, ¿Dónde dejaste la calidad…, Jose? La verdad parece que no hay diferencia alguna, es más, solo se encuentra a tiro de piedra de lo que actualmente sucede y que seguirá sucediendo. Ella no está rodeada de ratas, tristemente no está rodeada de nadie, parece que sus contlapaches partidistas están mejor aparentando no conocerla, como si no quisieran quemarse. ¿De quién te rodeaste Josefina, de amigos o de amigos encubiertos?

Si EPN gana y con un congreso a su favor no cabe duda que haría maravillas pero para que poner en manos del diablo y sus correligionarios todos los trinches, la tentación es grande.

Si AMLO gana sería nefasto que contara con congreso afín, haría lo que le viniera la gana. Su populismo lo lleva a prometer soluciones sobre la marcha. No creo que planes sobre las rodillas sean solución para los graves problemas que involucrarían a su gobierno.

Si JVM gana, siempre y cuando se haya encomendado a todos los santos y diablillos y brujos y chamanes, y no cuenta con el congreso tendríamos otros seis años de peros a cualquier propuesta presidencial que beneficie al país y que seguramente afectaría tantos intereses creados alrededor del dinero, sea cual sea su procedencia. Viviríamos otra vez el calvario de Calderón.

De EPN y de JVM no dudo que llegado el momento reconozcan a AMLO como ganador si así fuera el caso. Pero de AMLO tengo casi la certeza que no será así, él ya se está tendiendo la cama donde caer como si le hubieran tendido una emboscada, “otro complo”, sus eternos enemigos: el IFE, los otros partidos, el gobierno, los ricos, los industriales, los pobres, los clase medieros, los encargados de las casillas, hasta sus vigiladores del buen comportamiento de nosotros y de esos encargados, de hecho todos los mexicanos. Para que quiere gobernarnos si de entrada nos odia y se siente traicionado por todos.

Los bien intencionados pero cándidos e inocentones del 131 ya se deslindaron del movimiento que ellos iniciaron, no les gustó que el peje y sus grupúsculos perredistas mangonearan su movimiento. El peje cuenta con qué la espuma del 131 con montón de jóvenes partidarios de él que siguen promoviendo mítines agresivos y manifestaciones vociferantes por doquier se convierta en una tsunami que represente a la hora de votar esos diez puntos porcentuales que le hacen falta para ganar las elecciones.

Pero el peje, o quien quiera que sea pero con su directriz, no quita el dedo del renglón y está ofuscando a esos jóvenes, algunos ya no se cuecen al primer hervor, para usarlos como fuerza de choque en sus manifestaciones de disgusto y reclamación solo por que el 50% más uno de los mexicanos, en caso de un cerrado final, decidamos que otro que no fuera él lleve las riendas de la carreta.

Un amigo que cree que el ganador será AMLO se aventó la puntada de decir que nadie vaya a votar, que voten sus seguidores para que descubra la triste realidad que apenas, cuando mucho, 10 millones de mexican@s habrían votado por él y que no es tan amado como su corazoncito tropical y selvático le dice. A esos diez millones los mantendría embelesados con su verborrea amorosa y se pitorrearía del resto. Mala idea, le dije.

Hay que ir a votar por quien nuestro razonamiento nos indique, por lo que el corazón nos diga. Que @l que gane sepa que hay tantos mexicanos del otro lado, o más, que esos votantes que le dieron el triunfo. Que tendrá que gobernar para todos.

Al otro día de saber quién es el ganador termina esta tómbola de enconos y denostaciones y será la hora en que todos, desde el presidente electo hasta el ciudadano de a pie retomemos el curso normal de la vida y nos pongamos la camiseta de México, de vigilar y exigir resultados a esos que pusimos ahí para que a nuestro nombre manejen el destino de todos nosotros y si no lo hacen que reclamemos a voz en cuello su impericia y cinismo y su campechana desfachatez.

Salga quien salga, nosotros seguiremos poniendo la cara y saldremos adelante y con nosotros nuestro México, ellos, esos dinosaurios en vías de extinción, que se cuiden.

Por el momento ya no estoy tan hecho bolas y todo lo que aquí expreso es por mí cuenta y responsabilidad y lo pongo a su disposición para que lo hagan trizas. También saben que sus comentarios siempre serán bienvenidos.